Lic. Analía Bracamonte

Jaime Durán Barba califica en su libro “El arte de ganar” a Néstor Kirchner como un político de oficio, de arraigada formación partidaria y parte de la generación heredera de Juan Domingo Perón. Pero aclara que eso forma parte de la "vieja" política, que ya no sirve para ganar en las urnas. Podemos estimar que algo similar debe pensar de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Sin dudas, el gurú comunicacional de Cambiemos, hizo lo que hay que hacer, estudió en profundidad a sus contrincantes, a quienes les quería ganar en las urnas.

Los políticos de la vieja escuela ahora se tienen que adaptar a plataformas digitales en la que todos y todas estamos inmersos. Según un estudio de Deloitte [1] , el 91% de los argentinos posee smartphones, y la tercera actividad para la que más los utilizan es para leer noticias. Desde IDEAL mostramos en nuestro estudio de opinión pública 2017 cómo este fenómeno impacta al punto que ya se ubica detrás de la TV como fuente para acceder a la información, habiendo desplazado a la radio y el diario en papel. Las redes sociales están entre las primeras actividades. Entonces, la política tiene que estar ahí.

Encuesta de opinión pública IDEAL QUILMES - Diciembre de 2017

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¿Qué ha hecho Cambiemos a nivel comunicacional? Nos han presentado perfiles de sujetos y sujetas “de bien”, nos enfocaremos en Mauricio Macri y María Eugenia Vidal. Él, un exitoso empresario, de familia millonaria, ex presidente de uno de los clubes de fútbol más importantes de nuestro país, ex jefe de gobierno de la ciudad de buenos aires. Un hombre formado en el exterior, donde para muchos argentinos están las universidades buenas, de calidad, pagas, las privadas. A las que no todos pueden acceder. Un digno ejemplar de la meritocracia. No podía tener otra ambición ni destino que ser presidente de la nación.

Ella, una mujer de la política, madre de familia, del círculo más íntimo de relaciones políticas de Macri, pues lo acompaña ocupando cargos ejecutivos desde su pasado por la ciudad de buenos aires. Egresada de dos carreras en la Universidad Católica Argentina (ciencias políticas y relaciones internacionales). Hoy, gobernadora de la Provincia de Buenos Aires.

Podríamos decir que son dos de las caras más destacadas del macrismo y de Cambiemos. ¿Cómo nos fueron presentados para las pasadas elecciones presidenciales? Como dos políticos jóvenes, formados, dedicados a la política, personas transparentes, sin nada que ocultarnos a los argentinos, personas que venían a ofrecernos un cambio. Profesionales desestructurados (pensemos en Macri sin la corbata) y de gestos de preocupación real por los problemas sociales (la clásica expresión de Vidal, levantando sus cejas en señal de preocupación).

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PRIMER ACTO. Hemos sido testigos de errores comunicacionales que no son permitidos ni a un reciente egresado universitario de esas ciencias. En el mes de septiembre de 2016, hacen subir a Macri a un colectivo para tomarle una serie de fotografías, sentado, charlando con vecinos y vecinas arriba del vehículo. Hasta ahí todo bien. El tema es que a las pocas horas de transcurrido el acto se comenzaron a viralizar, y llegaron a nuestros smartphones, imágenes que mostraban el afuera del colectivo, a tal punto que llegaron a ser noticia. La imagen más reveladora es la de un vehículo detenido en medio de un terreno de pasto, rodeado por autos de seguridad del presidente y hombres de traje en todos los costados del colectivo. Evidencia suficiente para darnos cuenta que estamos ante lo que en el cine se conoce como el montaje de una escena, donde todo está pensado por el director o directora y cada detalle está donde debe estar. Pero no estamos ante un actor, ni ante una película de ficción, Macri ya es el presidente de los argentinos y se presta para un montaje de un nivel muy bajo, tratándose de un acto presidencial.

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SEGUNDO ACTO. En los primeros días de agosto de este año, la Gobernadora se presta para realizar una llamada telefónica “espontánea” a Mariana, una vecina de City Bell, y le pregunta por los hechos de inseguridad que estuvieron ocurriendo en el último tiempo. La escena transcurre en lo que pareciera ser su despacho, ella está sentada junto a una mesa que tiene apoyado el teléfono, unos papeles, un celular, un vaso de agua y una taza particular. Aquí, seremos testigos de un error comunicacional que podemos calificar de imperdonable, pues en la primera parte del video Vidal tiene frente a ella una taza de color blanca y lisa. Cuando se da un cambio de cámara, que enfoca a la gobernadora de frente, esta taza mágicamente es completamente distinta, tiene un borde de color oscuro en su parte superior y es la que va a estar presente por el resto del video. Toda la escena es acompañada por una María Eugenia que en ocasiones cierra los ojos, para demostrar cómo la afecta el relato de la vecina. Una vez evidenciado ese error, cuesta luego enfocarse en lo que la vecina está relatando.

Estos fueron dos actos, pequeños, pero que ambos llegaron a los medios de comunicación. Reflejan que ambos políticos son presentados al electorado como un producto de consumo elaborado, en el que ponen nada menos que sus cuerpos. La gracia de estas técnicas es que no se evidencien como tales, es decir, hacer como que están vendiendo un producto pero sin que se note. Uno de los principios del marketing. Vemos como se esfuerzan en lograrlo, actuado en más de una ocasión, para generar un efecto o un sentimiento buscado. Estas son dos ocasiones en las que el montaje salió mal, sin dudas, hay muchos otras performances que salieron bien, y los ayudaron a llegar adonde han llegado.

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Como contracara tenemos la última imagen que acompaña esta nota. Una Cristina Kirchner un año después de haber dejado su segunda presidencia. Yendo a declarar ante el juez Julián Ercolini por presuntas irregularidades en la obra pública durante su gestión. La imagen corresponde al momento de su salida Comodoro Py, nadie podría poner en duda que ese contexto no es el que ni ella ni su equipo de comunicación hubiera elegido para tener una foto. De hecho, si uno mira el video de ese momento ocurrieron forcejeos entre sus seguidores y la policía, gran protagonista de la escena. Este fue el motivo por el cual Cristina decide bajarse del vehículo y salir caminando.

Podríamos decir que la imagen además de hablar por si sola muestra una tensión de todos los cuerpos que entran en el cuadro, dirigidos hacia la figura de la ex presidenta, como si poder tocarla fuera un acto salvador. Arriesgando una comparación ambiciosa, la imagen puede remitirnos a La creación de Adán, mítico fresco realizado por Miguel Ángel que se encuentra en la Capilla Sixtina.

La autenticidad de un acto político es difícil de lograr si lo queremos montar como una escena cuidada de una película, sin embargo, si el público presente es real, si la protagonista está poniendo el cuerpo en un momento incómodo para su persona, si quienes asisten están ahí porque lo deciden, no hay marketing político que le gane.